lunes, 2 de noviembre de 2015

Mario en Viernes






Mario en viernes...
La jefa de Olga se lo facilitó cuando le asignó doble turno los viernes, él aprovecha, no puede controlarse, ¿o sí?
Viven en el centro, un bloque de ocho plantas; los vecinos son ajenos, pero más vale prevenir; se desplaza a un barrio periférico: busca, escoge, paga. Es tan fácil pecar, rutina que disfruta: preliminares, morbo de lo prohibido, engaño...




En el cajón más alto esconde una piedra de molar y su cuchillo, afilado; este viernes, los nervios le traicionan, su pieza es mayor de lo habitual, al cogerla resbala y cae sobre la encimera, por segunda vez la atrapa, le excita su color rosado, su olor, todo se acelera... la sangre brilla tanto...
Placer consumido, pecado cometido; en el sofá tumba su culpa, duerme su remordimiento. Suena el móvil, Olga en camino... reacciona de un salto, la cocina: lejía, desinfectante, suelos, el cuchillo, ese olor... ambientador y más ambientador; Charly aletea inquieto en su jaula, olor persistente... ¡la basura! Debe bajarla al maletero; sale dejando abiertas las ventanas, el ascensor ocupado, bajará los ocho pisos...
Charly canta, alguien llega… Es Olga: suelta las llaves y el bolso descalzándose en la entrada; recoge algo del suelo, “otra vez”, pensó; va directa a las ventanas, cerrándolas después de haber arrojado ese algo.
Charly canta de nuevo... Es Mario, entra encendido, desencajado, de frente Olga, las ventanas cerradas, ¿se olvidó de abrirlas?
Olga le mira, sonríe, en el fondo le divierte la escena, se acerca y le besa...
- ¿Saliste a correr? Tendrás hambre; suerte que he traído algo especial: lasagna de espinacas y hamburguesas de copos de avena, tus favoritas.
Mario no le dirá que acaba de comer, miente; él no es vegano como ella, pero lo seguirá fingiendo seis días por semana, la quiere.
Olga no le dirá que los tickets le delatan (carnicería Tomil, Ternera de Ávila...), le quiere, y además a la cocina le viene fenomenal una limpieza a fondo...
Charly no lo cantará a pesar de saber más que nadie, es adicto al ambientador.
Tres cómplices, un mismo crimen, crimen light por un amor vegano, víctima: la sinceridad.



©Trébol Mati
(Todos los derechos muy bien guardados)





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